Soy un pedazo de tiempo.

soy, aquí y ahora, un momento q' vive

soy aquí y ahora, un camino q' conduce

a otros caminos.

Soy un laberinto

dentro de otro laberinto,

el camino por el q' transita Dios

aquí y ahora, por los siglos de los siglos.

Soy el q' anda y respira

hasta q' deje de andar

y deje de respirar...

Soy un momento.

Soy un momento de pasión, y de angustia infinita. Soy el amor y la sangre derramada. Soy el camino, la verdad y la vida. Soy la palabra q' tiene el poder de crear. Soy el verbo. Soy un enigma sin respuesta. El camino q' conduce a otros caminos. Soy efímero como el tiempo q' es eterno en el presente. El q' camina entre los siete candeleros. Soy el alfa y el Omega.

Soy el principio y el fín aquí y ahora.
Y el aliento de los condenados a perder el aliento.

(Un Koán es un acertijo sin respuesta q' se usa en el budismo Zen para meditar. Su sentido es frustrar y anular a la mente lógica para q' el espíritu del q' medita despierte a otro nivel de conciencia, y nazca en él, una nueva forma de comprensión más profunda...)

Tú eres un enigma sin respuesta. Tú eres un koán.
No puedes explicar lo q' eres. Sólo eres lo q' eres aquí y ahora.

Explicar un koán es como explicar un chiste, q' pierde la gracia cuando se lo explica. Así un koán pierde su significado cuando se lo explica.

El q' pueda entender q' entienda y no explique nada.

El 'demonio' q' custodia la puerta es semejante a un hombre muy grande, muy fuerte y bestial. Su cuerpo es velludo. Su rostro feroz infunde terror. De su cabeza le brotan cuernos muy grandes y afilados, gruesos y duros como robres. Tiene una cola larga q' le llega hasta el suelo. En su mano derecha sostiene un tridente. En su cabeza, en su pecho, y bajo su cintura tiene un "seis" escrito con fuego. Y al hacerle frente, se escuchará a este monstruo hablar con voz profunda y estridente, y decir: "Yo soy, de entre los dioses, el desterrado del Olimpo. ¡Yo soy humano, demasiado humano!"

La puerta es un arco tapiado con roca sólida. Es como un portal tallado en el muro grueso, pesado como una muralla fortificada. La puerta es casi un dibujo, un accidente en la textura poderosa y rígida del muro. En ella no hay ningun picaporte, ninguna cerradura; es como una pared soldada al marco. No hay nada q' pueda abrirla. Si el guardián no estuviera, de todos modos no habría forma de abrirla. El guardián es la única clave para abrir la puerta. Vencer al guardián y abrir la puerta son una sola y misma cosa.

Para vencer al guardián hay q' comprender quién es en realidad. La puerta es una puerta espiritual. Lo q' se oculta detrás, es un camino o un tesoro también espiritual. El tesoro es al mismo tiempo, la llave de la puerta, y la única arma con la q' se puede vencer al guardián. ¿Cómo derrotar al guardián si el arma es el tesoro oculto tras la puerta? "Actúa como el cristo y vencerás al demonio"

Yo soy el q' soy

si tú dices: "yo soy el q' soy"
estas pronunciando mi nombre.
cuando pronuncies mi nombre,
sabrás q' yo soy
El q' cree algo, cree algo falso;
El q' acevera se equivoca.
Los q' hablan de mí, no me conocen.

Los q' me conocen no hablan de mí.

El mundo q' tiene mil mundos ocultos, mundos secretos, desconocidos. Mundos q' no siempre es dado conocer, a los hombres, q' no siempre se conocen a sí mismos. El mundo q' ignora y desconoce las cosas del mundo. El mundo q' no conoce, pero q' respira cada latido del tiempo; q' palpita con un pulso vivo y misterioso. El mundo q' espera como una trampa, a los curiosos q' buscan el conocimiento con una pasión irresistible. Conocimientos q' a veces, están prohibidos ó q' a veces, exigen un precio alto al q' los encuentre..

Los mil mundos, los mundos ocultos, los mundos secretos, los q' se ven, los q' no se ven, viven y respiran con los seres q' viven y respiran en ellos, y q' andan en sus caminos. El q' está en el mundo, vive y respira con el mundo; y es un peregrino q' transita sus caminos aunq' lo sepa, ó no lo sepa. Su espíritu está despierto aún cuando no esté despierto. El mundo es; aunq' el peregrino no despierte y lo vea tal como es. El mundo es un espejo del peregrino, perdido en sus caminos y en sus laberintos.

El peregrino es un mundo q' vive y respira con sus caminos y sus laberintos. No todo lo q' es, está a la vista. No es dado al peregrino, ver todo lo q' vive y respira en el mundo por el q' anda ni todo lo q' acecha en sus caminos.

¿Qué seres invisibles conviven con nosotros, los q' vivimos y respiramos en pecado? Nosotros q' vivimos con los vivos, y morimos con los muertos, nosotros q' nos mezclamos en mil juegos q' la carne y la sangre nos impulsan a jugar, con el corazón palpitando, tan lleno de pasiones inmundas. ¿Qué mundo invisible convive y palpita con el mundo mientras el espíritu de los curiosos intenta comprender? ¿Hacemos ciencia mientras un dios nos grita el silencio y mil demonios nos acechan desde la eternidad? El nombre no se puede pronunciar.